miércoles, 8 de febrero de 2012

Poesías de luto


Ellas se miran desconsoladas, se abrazan y se dejan caer abatidas.

Ellas -las poesías- reconocen al hombre-niño que dejará de convocarlas.

Ellas -las poesías- recuerdan al adolescente-niño que hace muchos años las juntó para emocionar generaciones de corazones.

Ellas están de luto.
Como nosotros que las escuchamos provenientes del talento de sus manos y de su voz.

El Flaco, niño-adolescente-hombre, supo derramarlas y ellas caían como la miel. Endulzando y haciendo pensar. Emocionando y latiendo.
Eran vida, eran fuego, y melancolía.

Ellas -las poesías- bien sabían que El Flaco Spinetta era el encargado de atraerlas y arroparlas, acariciarlas como recién nacidas, y ofrendarlas como suaves plumas flotando en el viento.

Ellas caían en el encantamiento, "su" encantamiento, el de los acordes, sonidos, melodías; eran sus cómplices para subyugar.

Llora la muchacha y sus lágrimas humedecen papel y tiza, pero ellas -las poesías- la rodean y le dan consuelo.

Ellas -las poesías- están de luto… pero no están de negro.
Siguen vestidas con los ropajes multicolor que el Flaco Spinetta supo darles.
Están tristes, sí, claro que sí.

Como Yo y como Vos. 

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